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Protector de sofá chaise longue: Encuentra la funda perfecta

Elegir una funda para chaise longue no debería ser un rompecabezas. Lo clave es entender tu tipo de sofá, medir bien y escoger el tejido adecuado para tu uso real. 

Así que si buscas equilibrio entre protección y estética, las opciones de ProtectSofa te funcionaran muy bien: protección contra manchas, pelusas y uso diario sin renunciar a un salón cuidado.

Tipos de fundas para chaise longue y cuándo conviene cada una

Estándar vs. funda integral: cobertura y estética

La Funda Chaise Longue Estándar cubre las zonas críticas (asientos, respaldo y el módulo largo), pero deja a la vista parte de la estructura. 

Es ideal si quieres proteger del roce y manchas con una inversión contenida. La integral, en cambio, envuelve el sofá completo y logra un look de “sofá nuevo” al instante. Si tu tapicería está cansada o desigualmente desgastada, la integral es la más estética.

Rinconero (en L): cómo asegurar el ajuste en las esquinas

Los rinconeros requieren piezas que contemplen la unión en ángulo. El truco está en medir por tramos (cada lado de la L) y confirmar si tu brazo largo queda a la izquierda o a la derecha mirándolo de frente. 

Las Fundas Chaise Longue Rinconero evitan tensiones en la esquina interior y las bolsas de tejido en la exterior. Si sueles mover cojines o sentarte en la esquina, prioriza multielástico: reparte la tensión y mantiene el perfil.

Relax y reclinables: libertad de movimiento sin arrugas

Si tu chaise longue incorpora relax o respaldos móviles, necesitas paneles o cortes que permitan el movimiento sin forzar las costuras. 

Las Fundas Chaise Longue Relax están pensadas para que el mecanismo funcione con normalidad. Aquí la multielasticidad no es un extra, es casi obligatoria: acompaña el gesto y vuelve a su sitio.

Chaise longue con cama: protección sin bloquear la apertura

Si tu modelo incorpora cama extensible o módulo abatible, nuestra funda especial te permitirá abrir sin desmontar media sala. 

Nuestra Funda Chaise Longue Cama contemplan esa apertura. Sobre todo evita tejidos rígidos; nuestros multielásticos facilitan la maniobra y quedan mejor al cerrar.

Como medir bien tu chaise longue 

Medir determina el éxito del ajuste. Tres pasos:

  • Identifica el brazo: mirando de frente al sofá, si el módulo largo queda a tu derecha, es brazo derecho; si queda a tu izquierda, brazo izquierdo.
  • Ancho del respaldo: mide de brazo a brazo (puntos exteriores). Fíjate en los rangos habituales (p. ej., 200–240–280 cm) y elige la talla en el tramo que corresponda.
  • Profundidad del módulo chaise: desde el respaldo hasta el extremo del asiento largo. Confirma que el patrón de la funda cubra esa longitud.

No subestimes la profundidad del módulo y así la funda no quede tirante en la punta. De igual manera, recuerda que en ProtectSofa cuentas con un asistente de medidas en cada producto para que cada protector de sofá chaise longue quede más que perfecto. 

Preguntas frecuentes sobre protector de sofa chaise longue

No siempre. El rinconero necesita un patrón específico que contemple la esquina interior y la longitud de cada tramo. Nuestra fundas para chaise longue rinconero te da un mejor ajuste, menos bolsas de tejido y un acabado más limpio.

Ajusta bien los anclajes, introduce el sobrante entre respaldo y asiento y tensa desde el centro hacia los extremos. En piel/polipiel usa tiras o bases antideslizantes y opta por tejidos con mayor fricción. Tras el primer día, un “reajuste” rápido ayuda a que la funda tome la forma.

Sí, pero necesitas un modelo compatible: para relax, patrones con piezas o cortes que acompañen el movimiento; para cama, diseños que permitan abrir sin desmontar. Evita tejidos rígidos; la multielasticidad facilita el uso y el retorno a su sitio.

Suele bastar con lavadora en frío o ciclo delicado y detergente suave. Evita lejía y plancha fuerte para no dañar los tratamientos. Seca a la sombra o a baja temperatura; colocarla aún ligeramente húmeda puede ayudar a que asiente mejor.

Los tonos neutros disimulan pelusas y combinan fácil; los oscuros ocultan mejor manchas. En espacios de mucho uso, tejidos con textura (jacquard, gofrados) camuflan el desgaste mejor que los lisos. Cambiar de color o textura por temporada renueva el ambiente sin grandes gastos.